En San Martín, el Funebrero es de oro. Por Gustavo Szpigiel

Chacarita derrotó a Flandria en San Martín 3-2 enhebrando su quinto triunfo de local de manera consecutiva.

El encuentro tuvo tres momentos previos muy emotivos. El primero fue cuando el Funebrero salió a la cancha y desde la tribuna y la platea bajaron cientos de globos verdes en homenaje a las víctimas del accidente aéreo donde viajaba el plantel de Chapecoense de Brasil.

El segundo fue cuando a Diego Rivero la subcomisión de vitalicios le entregó el premio Funebrero de Oro 2016, que lo habían anunciado la noche anterior en la fiesta de la sede social ante la ovación de todo el estadio.

El tercero fue precisamente cuando se hizo el minuto de silencio en todo el estadio con los jugadores reunidos en la mitad de cancha. Jamas sucedió algo igual. No se escuchaba un murmullo. El respeto fue inenarrable.

Y en los tres casos mencionamos a la gente de Chacarita, que participó de una manera o de otra en esos tres momentos.

Precisamente el "Burrito" es un factor fundamental en este equipo: es el alma, indica el camino, es solidario (salvó un gol después de una corrida de 40 metros) y marca los tiempos y los lugares por donde debe ir el equipo. Rivero volvió en plenitud y es para aplaudir el haber sido premiado. Lo merece más que nadie en esta temporada.

Los primeros 15 minutos se repartieron los errores y los delanteros estaban afilados. Por el lado de Chaca, extrañamente Brian Cucco y Germán Re no daban la seguridad que acostumbran (los dos jugaron con dolencias musculares) y los laterales no acostumbrados a la marca lo sufrieron. Eso fue aprovechado por Flandria, que en dos oportunidades se puso en ventaja.

Es por eso que el partido comenzó a todo vértigo. En la primera jugada se lo pierde Elías Alderete y enseguida Flandria se puso en ventaja a través de Ramiro Fergonzi.

Rápidamente empató Chaca mediante Alderete, quien convirtióe con sombrero incluido a Griffo. 

Pero la alegría del empate quedó suspendida cuando Melivilo puso el 2-1.

Y a los 14' apareció el goleador del Funebrero, Rodrigo Salinas, para poner el empate en dos.

El "Canario" aprovechaba las flaquezas defensivas de Chaca y el local reaccionaba, la emoción al límite. De a poco el equipo de Coyette tomó las riendas del encuentro, Nicolás Oroz y Rivero tenían las coordenadas y sabían por dónde tenía que ir y, bien acompañados por Mellado, empezaron a marcarles el camino a sus compañeros; toque, tolerancia, paciencia. Y en cuanto uno de los laterales iba, se terminaba la jugada por ese sector. O buscando por Casa, que está volviendo a tener esa velocidad que marca diferencia y alimenta a sus compañeros.

Asi se fue el primer tiempo. En la segunda etapa el partido ya se jugó prácticamente de la mitad hacia el arco del visitante, que puso dos líneas de cuatro y no salía. 

Chaca no perdió la paciencia, pero los minutos pasaban. Coyette mandó a la cancha a Leandro Barrera por Alderete y más tarde a Jonathan Rodriguez por Julio Zúñiga.

Linea de tres en el fondo, los tres del medio y prácticamente cuatro delanteros, con Casa, Rodríguez, Salinas y Barrera. No creaba situaciones netas pero le rodeaba "el rancho" a Flandria.

Hubo un par de tiros libres al borde del área, en uno de ellos se iba solo Oroz y lo bajaron cuando estaba dispuesto a convertir, aunque el árbitro optó por amonestar a Gustavo Toranzo.

Hasta que faltando 11 minutos, Cucco le pegó desde mitad de cancha para dejarla en la cabeza de Rodriguez que, ante la pasividad de toda la defensa "canaria", la puso contra un palo.

El resultado era 3-2 y había algarabía en San Martín, De ahí al final todo siguió siendo de Chaca (ya había entrado Juan Cruz Gonzalez por Casa) y solo porque el partido tenía un solo gol de diferencia se generó algún nerviosismo al final, pero el dominio era elocuente.

Chaca volvió a ganar de local, se hace fuerte en esa condición, sacó 7 de los últimos 9. Queda la asignatura pendiente de obtener los tres de visitante. Entonces sí se podrá decir que de San Martín salió el nuevo...candidato a pelear por el ascenso a Primera División.

Gustavo Szpigiel

(@GusSzpigiel)

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