Chacarita trae desde sus entrañas varios pibes que luego son figuras en grandes equipos del fútbol mundial. Los juveniles funebreros no sólo aprender a moverse adentro de una cancha, sino también a saber desempeñarse ante la adversidad fuera de ella. Y ese es el caso de Lucas Destefano, un pibe que nació hace 22 años en Ramos Mejía y que llegó a Chaca con edad de 7ma.
Lucas juega de volante y una de sus mayores virtudes es el despliegue físico adentro de la cancha. Sin embargo, mientras todo marchaba en el carril apropiado, a finales del 2014 ocurrió el primer golpe: "Jugando en 4ta me rompí por primera vez los ligamentos de la rodilla derecha", expresó el juvenil en La Gloriosa Tricolor.
"Logré reponerme, llegué a firmar mi primer contrato y en el 2016 me rompí el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda", recordó el juvenil. Otro cachetazo recibió al poco de tiempo de la alegría del primer contrato profesional.
Una vez que le dieron el alta, Lucas fue convocado por Gastón Coyette para la pretemporada con la primera división en este 2017: "Fue una gran experiencia, aprendes mucho de los más grandes y eso te ayuda. Pero en un trabajo que estaba haciendo, se me volvió a resentir la lesión y otra vez se me rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda", contó con nostalgia.
Tres roturas de ligamentos en muy poco tiempo, pero Lucas es un luchador constante y sabe como se sale de esta: "Es muy difícil retornar otra vez a esto, pero ya pienso en volver y las ganas de jugar son enormes", dijo Lucas, quien se mostró conforme con la gente del club: "La gente de Chaca se portó muy bien conmigo, estoy más que agradecido por eso".
Destefano se recupera de su tercer golpe, pero guarda cada día las ganas de volver y no cabe duda que en un futuro lo veremos defender la camiseta funebrera en el estadio de San Martín.
FUERZA PIBE. SEGUI PEGANDOLE DURO PARA ADELANTE. YA SE TE VA A DAR.
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