Que el "9" no sea la única esperanza. Por Gustavo Szpigiel

Finaliza el 2018, el año que comenzó con Chacarita en la Superliga y termina haciendo cálculos de cuantos puntos tiene que obtener para que destino no sea la tercera categoría en los próximos tiempos.

¿Qué pasó en estos 365 días para que se haya derrumbado todo de esta manera? Es evidente que la suma de malas decisiones lleva a malos resultados. Eso fue lo que pasó. Ni más ni menos. No tiene sentido hacer una cronología de causales ya que lo hemos hecho a lo largo del año. Cambio de técnicos, mal conformado el plantel, pobres incorporaciones y fundamentalmente ausencia de proyecto. Se pasa de Coyette a Pena y luego a Vivaldo y al finalizar vuelve Pisano que era el ayudante de Coyette. Es evidente que en Chacarita no hay proyecto. Se apuesta más a "lo conocido" que a iniciar un camino, continuarlo y transitar las buenas y las "otras" sabiendo hacia donde se va. Con Vivaldo se pensó en la "espalda" del "Flaco" para sostener las malas, y bastante espalda tuvo que con la pobre campaña que se hizo pocas fueron las críticas desde las tribunas, también ese crédito fue utilizado para el armado del plantel, del que Vivaldo se hizo cargo y cuando le tuvieron que decir que no iba más, no hubo excusa que lo pudiera sostener. Esa es la bronca y el enojo del ahora ex DT de Chaca.

Ojalá el nuevo entrenador encuentre el rumbo. Conoce a muchos de los jugadores y tenía buena relación con la mayoría, (creemos que la dirigencia no lo hubiera traído si no tiene el aval del plantel); seguramente será más pragmático que Coyette y se adaptará a un equipo que está más para batallar e intentar sacar puntos que "brillar" con salida limpia del fondo. (Es clave que no se vuelvan a equivocar con las incorporaciones)

Comienza el 2019. Un año que termina en un número que a Chacarita le trae buenas noticias. Se cumplen 50 años del máximo logro del club en su historia, campeones de primera en 1969. Pero también se cumplen 60 del ascenso de la B a la A que fue en 1959. También hubo ascensos en 1999 y 2009. La "magia" de la numerología que llega al fútbol y hace que uno lo comience con buenas sensaciones.

Pero esos logros no fueron solo porque el año terminaba en 9. Cada uno de ellos tiene su particularidad, y se conjugaron distintos factores que llevaron a culminar con éxito la campaña y lograr los objetivos.

Esta comisión directiva dijo que venía a ordenar las finanzas del club, desendeudarlo y dejarlo en primera división cuando finalice la gestión, no sabemos si están encaminados en lo económico, en lo deportivo están lejos del objetivo.

De todas maneras creemos que el mayor desafío en esta etapa es devolverle al hincha "la emoción de ser hincha de Chaca", algo que en los últimos tiempos se ha perdido. Cada vez es mayor la indiferencia, cada vez es mayor el despegue del sentimiento, ese que "alentaba y ganaba desde afuera" cuando desde adentro no se podía. La adrenalina de ir llegando a la cancha, mirar a la tribuna y ver las banderas colgadas, todos saltando y cantando esperando la salida del equipo. Esos momentos gloriosos previos y el ¡Chacarita, Chacarita!  Cuando los jugadores levantan los brazos cuando saludan, o la despedida cuando termina el partido y se acercan a la tribuna a saludar. Irte feliz si ganamos, irte triste si perdimos, que no te dé lo mismo. Esas ganas que te quedan de que ya sea el próximo partido.

Para lograrlo, se deben conjugar las buenas decisiones; la de los dirigentes para poder armar un buen plantel de una vez, la del técnico para acertar con la estrategia y la de los jugadores sintiendo lo que es vestir "la gloriosa tricolor" en el cuerpo y dejar la piel en cada partido. Entonces sí, el 9 volverá a ser ilusión, volverá a ser esperanza, volverá a ser el número mágico que se necesita para volver a ser Chacarita.

¡Feliz 2019!

Gustavo Szpigiel

@GusSzpigiel

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