Chacarita perdió en Tandil frente a Ramón Santamarina por 2 a 1. Perdió con el último del campeonato y lo hizo de manera justa. Volvió a mostrar su peor cara. Sin juego y sin ideas.
Condicionado por comenzar perdiendo casi desde el vestuario con un penal convertido por Matías Alustiza, el Funebrero nunca encontró la llave de la puerta que conducía al arco rival.
A esta altura hay que decir que a Chacarita no se le conoce un plan de juego. No se sabe realmente a que juega. De local, empujado por su gente y por el talento de Blanco más la velocidad y gol de Godoy saca algunos partidos adelante (como contra Rafaela), pero cuando no se le iluminan los talentosos, la oscuridad aparece en plenitud (Sacachispas).
Muchas veces dijimos (y lo sostenemos) que hay plantel para aspirar a algo más que estar a esta altura (faltando 11 fechas) en el puesto 14 de la tabla y fuera del reducido. Creemos que hay jugadores como para estar mucho más arriba. No fue un buen libro de pases el último ya que vinieron más incorporaciones que refuerzos. Y había falencias en algunos puestos.
La defensa viene cometiendo errores individuales y colectivos desde el comienzo del torneo y que cuestan partidos. Hoy fue el turno de Manchot en el segundo gol (cuando había empatado Formica transitoriamente), que pifió el rechazo y lo dejó a Gagliardi solo que definió de buena manera ante la salida de Losas. Los dos ex Chaca fueron los verdugos.
Pero esta noche fueron llamativos los cambios realizados por Centrone. Faltando poco más de 20 minutos hizo ingresar a Méndez y Fredes por Russo y Figueroa y faltando 10 los que entraron fueron Juan Cruz González y Teves por Hoyos y Blanco. Es decir, en 10 minutos sacó al 9 y los dos creadores de juego, ingresando dos jugadores por afuera para tirar centros, (¿a quién?). Solo quedaba la ilusión de algún remate de afuera de Juan Cruz que sorprendiera a un arquero flojito de manos y que prácticamente no tuvo trabajo luego que Formica le apuntara en el primer tiempo y se le escapara la pelota.
Hoy perdió con el último como hace algunas fechas atrás lo hizo con Sacachispas y Tristán Suarez. Nueve puntos que lo tendrían entre los de arriba sin lugar a dudas y con la mitad de ellos metido entre los 13.
Entra el torneo en su recta final. Está todo dado para seguir peleando. Hay plantel, la gente acompaña, hay entusiasmo y había vuelto la mística. Pero falta algo fundamental: Juego que respalde todo eso, hasta ahora no lo consiguió. Cuando aparecen las individualidades, el equipo saca buenos resultados. Cuando no, pierde. Como hoy. Que sufrió otra derrota dolorosa.
Por Gustavo Szpigiel
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