Cuando anoche nos enteramos de la sorpresiva muerte de Matías Olivera, todos aquellos que somos parte de La Gloriosa Tricolor comenzamos a averiguar si era él efectivamente u otro con el mismo nombre y apellido. Cuando llegó la confirmación, nos invadió, además de la perplejidad, una enorme sensación de vacío. De no entender. De no aceptar
Matías fue
un gran colaborador de La Gloriosa Tricolor y gracias a él, su hermano y todo
el equipo de ITVI, transmitimos por primera vez en la historia a Chacarita por
streaming. Cuando se lo propuse, no dudó y me dijo: “Gustavo, yo amo a
Chacarita y sueño con transmitirlo por internet”; y así lo hicimos. Con todas
las dificultades que implicaban en ese momento (hace 10 años), nos lanzamos y
lo logramos. Luego hicimos algunas otras cosas juntos fuera de Chaca pero ese
fue el puntapié para comenzar una linda relación en el que compartíamos la
pasión y el trabajo.
Si lo tengo
que definir, lo primero que me sale es “un buen pibe”. El golpe por la muerte
de su otro hermano (“El Pola”) no lo pudo superar y el dolor lo acompañaba en
su cara siempre.
Trabajó en
muchos clubes del ascenso, siempre haciendo lo que más le gustaba, transmitirlo
por TV. Este martes pasado había puesto en sus redes, “llegamos a TyC Sports”.
No tenía límites, podía llegar adonde quisiera. No pudo. La tristeza lo superó.
Y fue a buscar al Pola.
Gustavo
Szpigiel
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