Chacarita perdió con Estudiantes de Buenos Aires en San Martín 1 a 0.
Que haya
sido en la última jugada del partido (el gol lo hizo Randazzo) es una
circunstancia; el Funebrero fue un equipo sin esquema de juego, sin profundidad
y con individualidades con un muy bajo nivel.
Si uno toma
el hecho consumado o como habitualmente se dice, “el diario del lunes”, puede
pensar que es lógico que el local mostrara su peor cara. No concentró y quien
es uno de sus mejores jugadores (Blanco) fue al banco de suplentes. El no
concentrar no es un problema en sí mismo: muchos equipos en el mundo lo hacen,
acá el problema es el motivo por el que no lo hicieron; y nadie confirmó oficialmente si esto se debería a una medida del plantel por problemas
económicos o por otros motivos. Y lo de Blanco es inexplicable.
Hoy jugó
Juan Cruz González en su lugar, que es un buen jugador pero no cumple la
función de “Ricky”. En la primera etapa no hubo una sola situación de gol y lo
más aproximado fue un tiro de Perdomo que se desvía en un defensor y casi
descoloca a Bruera.
Chaca solo
era la actitud de Tobías Fernández (un jugador que se está ganando a la gente
en base sus ganas) y la jerarquía de Fredes, aunque nunca hay que dejar de
mencionar a Perdomo.
Pero volvemos a repetir que el mayor problema de Chaca es que no se sabe a qué juega. O mejor dicho, no juega a nada. Notamos a un técnico que da la sensación que está pasando por un momento de desconcierto. No solo no se ve una línea de juego sino que también se equivoca con los cambios. Hoy perdió la posibilidad de una ventana al separar la modificación de Chavez y Ronaldo (entraron por Hoyos y Godoy) al hacerlos con un minuto de diferencia. Cuando se dieron cuenta en el banco ya era tarde y los suplentes se tuvieron que ir a sentar al banco sin posibilidades de ingreso (esto también es responsabilidad de sus auxiliares que no se lo informaron rápidamente).
Pero es
solo una muestra. La sensación es que en estos momentos el equipo no está
respondiendo. Desapareció eso que tanto elogiamos y se perdió la alegría,
obviamente cuando no se gana pasa esto pero no sabemos qué fue lo que pasó
primero.
Nosotros estamos convencidos que hay plantel. Faltan diez fechas y el lunes se juega el clásico con Atlanta. Es urgente volver al
camino de los buenos resultados para poder entrar a la zona de la pelea por el
segundo ascenso. Para eso hay encontrar nuevamente el rumbo, ese que todos
vemos que hace un tiempo se perdió y, por ahora, el técnico no lo puede
enderezar.
Por Gustavo
Szpigiel
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