Derrota lógica. Por Gustavo Szpigiel



Chacarita perdió con Chaco For Ever 2 a 0 y quedó lejos de los puestos de clasificación al reducido.

Aunque ya estuvo dirigiendo en forma interina en el este mismo campeonato, Marcelo Venturelli asumió junto a Claudio Batalla como nuevo entrenador de Chacarita.

Lo hizo el miércoles pasado luego de la renuncia del ahora ex entrenador, Pablo Centrone. Según las declaraciones del presidente, Néstor Di Pierro, continuará en el cargo hasta la finalización del torneo.

Parece una decisión lógica teniendo en cuenta que, si el objetivo sigue siendo clasificar al reducido, cualquier técnico que asuma necesita por lo menos tres o cuatro fechas para conocer al plantel y solo faltan 7 fechas.

El comienzo no fue lo que se esperaba. Chacarita dejó nuevamente una pálida imagen en su visita a la provincia del norte del país.

Cuando uno analiza los partidos lo hace una vez finalizado y luego de ver los rendimientos y obviamente no podemos profundizar en el trabajo del nuevo cuerpo técnico con solo dos días de trabajo y un extenso viaje en el medio. De todas maneras, los protagonistas toman los desafíos y a nosotros nos toca analizarlos.

A priori, no pareció lógico que sea Parra el único delantero de Chaca si el planteo era 4-4-1-1, ya que ese único punta tiene que hacer un esfuerzo supremo y creemos que Facundo a esta altura de su carrera está para otra cosa.

Los primeros minutos tuvo al equipo chaqueño como protagonista, pero pese a eso, fue el Funebrero quien tuvo algunas oportunidades cuando se desprendían Fredes o Juan Cruz González. De todas maneras, poco peligro en los arcos aunque Losas salvó providencialmente con un manotazo al final de esa etapa.

El segundo tiempo fue todo del local. Y aunque no tuviera influencia en los goles, Chaca se desmorona luego de la salida de Manchot y el ingreso de Berra. Una volea desde afuera del área de Bruno  a los 23 y un remate a los 29 de Cuello sentenció el trámite.
Venturelli apeló a los delanteros que tenía en el banco (Russo, Méndez y Tevez), ya habían ingresado el mencionado Berra y Rodrigo González por Piñeyro, y quedó un 4-2-4 con la seria posibilidad que la derrota sea aún mayor. Cosa que no sucedió.

Es evidente que, a 7 fechas de finalizar el torneo la clasificación al reducido y a la Copa Argentina se convirtió en una utopía. Está a 4 puntos del último que clasifica y 7 equipos por superar para lograr ese objetivo. Un anhelo que no hace mucho tiempo parecía muy cercano.

Ya no puede perder puntos el equipo. Casi está obligado a ganar 5 de los 7 para tener alguna posibilidad. Pero para soñar primero tendrá que armar un proyecto de torneo de acá a la finalización y armar un equipo para jugarlo. Y tienen que jugar los que estén en mejores condiciones. Sean quienes sean. Si lo logra será meritorio y si no, tal vez le alcance para entrar a la Copa Argentina. Aunque sea un premio consuelo.

Por Gustavo Szpigiel

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