La fiesta fue de Belgrano, la desilusión, de Chacarita. Por Gustavo Szpigiel


El Funebrero perdió con el Pirata 3 a 0 en el estadio Kempes de la ciudad de Córdoba.

El equipo local sacó ventaja al finalizar la primera etapa y al comenzar la segunda. El elenco de Venturelli solo fue un invitado a la fiesta, pero no participó de la misma.

Al comenzar el encuentro, Chaca sabía que no le quedaba otra que ganar si pretendía tener chances de acceder al reducido. Los resultados de Riestra y Morón lo obligaba a sacar 6 de 6.

Y evidentemente, eso le pesó ya que nunca se vio en la cancha un equipo que se jugase “una final”. Fue muy liviano lo del Funebrero y cayó sin pena ni gloria.

Para llegar a esta instancia tuvo que cometer muchos errores durante el campeonato. Cambió cuatro veces de entrenador (Arias, Venturelli, Centrone y Venturelli nuevamente), nunca pudo afirmarse en defensa desde que comenzó el torneo; jugadores que vinieron a aportar desde la experiencia y jerarquía, sufrieron continuas lesiones y los refuerzos de mitad de torneo casi que no aportaron presentaciones.

Chacarita dejó nueve puntos con los tres últimos del torneo y tampoco ganó un partido definitorio como el de Riestra en San Martín.

También sufrió insólitos fallos arbitrales que lo privaron de sumar puntos.

Esta suma de obstáculos lo dejó afuera de pelear por una chance de ingresar al reducido y solo queda la posibilidad de ganarle a Villa Dálmine para jugar a Copa Argentina después de mucho tiempo.

Hay dos maneras de analizar esta realidad: una es ver que estuvo peleando hasta el final del torneo cuando en los últimos años navegó por los últimos puestos y la otra es lamentar la enorme chance que tuvo, el entusiasmo que despertó en la gente y la cantidad de “errores no forzados” que cometió para quedar afuera.

Chacarita está obligado (como dijo esta Comisión Directiva cuando asumió) a volver a primera división. Para hacerlo, debe armar un proyecto y no “emparchar” sobre la marcha.

Creemos que Venturelli y Batalla deben volver a ser quienes comanden las inferiores y seguir preparando el futuro de Chaca, traer un cuerpo técnico que arme, junto a una subcomisión de fútbol, un plantel competitivo e ir en búsqueda del objetivo necesario, que es el ascenso a primera división. Si desde la institución se considera que son ellos quienes deben seguir, deben confirmarlo ya desde todas las partes. 

Hoy se terminó una ilusión, mañana comienza otra. Ya hay que empezar a trabajar en eso.

Por Gustavo Szpigiel


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