De punta en Blanco. Por Gustavo Szpigiel


Chacarita empató con Racing de Córdoba en la Docta por 1 a 1. Había comenzado perdiendo al inicio del encuentro con gol de Fernández y empató Ricky Blanco a 10 minutos del final. Sabiendo que había perdido Quilmes y Maipú llegó a la línea de la punta del campeonato, cualquier resultado que sume Chaca lo dejaba arriba de todo en soledad.

Un partido que empezó de manera frenética. Racing que se pone en ventaja luego de un tiro de esquina en el que se escapa Leandro Fernández de la marca de Pugliese y sorprende a Correa. Iban 4 minutos.

Pero Chaca no se amilanó, se puso la ropa de protagonista, como lo viene haciendo todos los partidos, y en cinco minutos tuvo dos ocasiones netas de gol en los pies de Matías Rodríguez (increíblemente en una de ellas la pelota le pasó por al lado del pie y no pudo conectar).

Racing contestaba a cada ataque funebrero y el partido se hizo de ida y vuelta. A los 20 minutos parecía que se hubieran jugado 20 más.

El Funebrero tenía una dificultad, provocada por el rival. Ricky Blanco “se fue” del partido sacado por su disputa con el 5 rival, Emmanuel Giménez. Sabiendo lo importante que es el 10 para Chaca, el robusto volante rival se encargó de ponerlo nervioso y Blanco “entró”. Por otra parte, ni Cuello, Pugliese, ni “Coquito” Rodríguez sintonizaban con lo que el juego necesitaba. Perdomo ya se había dado cuenta que quien dirigía era un árbitro de aquellos que les gusta quedar bien con los locales y se acercaba a marcarle algunas situaciones. El mismo Biggeri también lo hacía. Pero Nahuel Viñas, el juez, “necesitaba” empujar a Chaca contra su arco.

Así se diluyó el primer tiempo con la sensación que era injusto ese empate. Chaca, sin jugar bien, no merecía estar perdiendo.

El segundo bajó la intensidad y también las situaciones de gol. Pensamos que se venían cambios enseguida pero Aníbal prefirió esperar hasta faltando 20 cuando ingresaron Alderete, Hoyos y Astina por Cuellos, Pugliese y Matías Rodríguez. Fue un pequeño revulsivo pero no alcanzó a influir en el cambio de dirección.

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Y nueve minutos después y cuando nadie lo imaginaba, un remate de Blanco que va en dirección a las manos del arquero, se desvía en Juan Mattia y se convierte en el gol de Chaca. Festejado por lo inesperado, merecido y porque lo depositaba en la punta sin compañía.

Lo que vino después fue un “show” de Viñas amonestando a medio Chaca ( incluída la 5ta amarilla a Zanini y la roja a Biggeri), alargar un minuto más cuando ya se había pasado el tiempo y los nervios del final.

Es evidente que Chaca está sostenido en la punta por su protagonismo y la llegada de sus volantes al gol, pero está faltando que los delanteros comiencen a convertir para transformarlo directamente en un equipo poderoso y serio candidato

Cuando uno juega un campeonato es distinta la ropa que se tiene que poner en cada partido. A veces el overol para trabajar los partidos, otras veces se viste de gala para disfrutarlos con futbol y goles. Ayer, para empatar, se tuvo que vestir de “punta en Blanco”: y le queda muy bien.

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Por Gustavo Szpigiel


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