El Funebrero cayó derrotado 2 a 1 frente a Estudiantes de Buenos Aires. El gol de Chaca lo convirtió Zanini. La hinchada de Estudiantes intentó agredir a los allegados y dirigentes de Chacarita al finalizar la primera etapa. Al finalizar atacaron a amigos y familiares de Gianluca Pugliese, robándole sus pertenencias y fracturándole el tabique al jugador Morgantini de Platense, amigo del jugador de Chaca.
Un partido que comenzó favorable para el equipo de Biggeri que tuvo dos oportunidades. La segunda, un tiro libre de Blanco (su único aporte en el partido) que pegó en el palo izquierdo del arquero Vega.
Fue una ráfaga del funebrero que luego de esos primeros diez minutos se diluyó y comenzó a perder la mitad de cancha. Blanco y Cuello no acertaban en el armado de juego, Matías Rodríguez no encontraba el último pase y Pugliese estaba enredado en su propio juego y no aportaba claridad. Perdomo, como viene sucediendo, quería darle un poco de tranquilidad a ún equipo que da la sensación perdió ese vértigo que tenía combinando precisión en velocidad, juntando pases y saliendo rápido por los costados. Además es evidente que Giménez no es goleador, se sacrificará por el equipo pero como lo dijimos en muchas oportunidades, el número que tiene en la espalda pide goles a los gritos y son pocos los que le pudo aportar hasta ahora al equipo.
Todo se desmorona del todo cuando Perdomo recibe un golpe en la cabeza. Se “perdió” literalmente del partido y con él, Chacarita.
Por el otro lado, un endiablado Parisi volvía loca a toda la defensa funebrera. En una jugada que surgió por él desde la derecha, finalizó con una apertura hacia la izquierda, centro de Lusnig y gol de Bolzicco. Chaca lo logra empatar por intermedio de Zanini luego de una guapeada de Pugliese, la apertura a la derecha y el derechazo del central funebrero. Empate 1 a 1 y a pensar el segundo tiempo.
En el entretiempo, la hinchada de Estudiantes quiso agredir a los allegados y dirigentes funebreros. En una imagen del siglo pasado una hinchada quiere ir a pegarle a los rivales, con el agravante que ni siquiera estaba la hinchada visitante. Es evidente que en algunos clubes todavía hay hinchas que siguen viviendo en el siglo 20 y no se dan cuenta que es algo que ya se desterró en el fútbol. Los allegados y líderes de Chacarita tuvieron que retirarse de la tribuna en la que estaban 15 minutos antes por pedido de la policía. Increíble pero real.
Ya no salió Perdomo (no recordaba nada de lo sucedido en la primera etapa y los médicos resolvieron resguardarlo) y entró Nicolás Gómez. A poco de empezar, Garnerone puso el 2 a 1. Chacarita durante toda la segunda parte fue en la búsqueda del empate, pero no tuvo claridad ni juego para lograrlo. Los cambios (Hoyos, Rasic, Astina y Kevin Fernández) no resultaron, aunque los dos últimos ingresaron sobre la final.
Es indudable que Chacarita está atravesando por un bajón pronunciado (de los últimos 24 puntos solo sacó 7), pero no hay que soslayar la enorme campaña que está realizando y una primera rueda excepcional. Ganándole a Rafaela se quedará entre los tres primeros y luego comenzará la segunda. Se viene la Copa Argentina y también la posibilidad de refuerzos.
Tendrá que analizar mucho Bigeri para ver las características de los lugares que tiene que cubrir.
Mientras tanto, hoy perdió el invicto el funebrero. La derrota fue justa. Pero rápidamente hay que dar vuelta a la página.
Gustavo Szpigiel
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