Lo pudo ganar pero en el tiro del final se quedó con las manos vacías. Por Gustavo Szpigiel

 

 


Cuando menos lo esperaba, Chaca perdió 1 a 0 con Quilmes en el tercer minuto de descuento. El gol lo hizo Tomás González.

Más allá de las adversidades sufridas, el funebrero sufrió una derrota por lo menos inesperada de acuerdo a como se dio el desarrollo del juego.

A los 5 minutos del partido sufrió la baja de Rodrigo Salinas por un aparente desgarro. “El Potro” había sido el reemplazante de Ramiro Costa, quien sufrió la rotura de ligamentos en el partido con Ferro. Ingresó Coccimano, quien también salió lesionado cuando finalizó la primera etapa (ya había recibido un corte en la cara que lo obligó a permanecer afuera unos minutos para volver a ingresar). Automáticamente el segundo tiempo lo jugó sin un nueve de área. 

Pisano demostró que todavía no está en su plenitud física y Matías Vera (el mejor jugador del equipo en la noche quilmeña) también tuvo que salir lesionado. Hoy tampoco jugó Brandan quien fue agredido en la semana en el partido con Tigre

Antes y después de todo esto hubo un partido en el que el dominador fue Chaca pero el creador de las mejores situaciones fue el local.

El Funebrero está con un problema en el arco. No porque Losas no esté condiciones de ser el uno titular del equipo, sino porque no se la cree. Puede sacar una pelota increíble a puro reflejo: de la misma manera que necesita dos movimientos para embolsar un centro o le aparecen dudas cuando vienen las pelotas aéreas. Creemos que tanto en el gol de Tigre por Copa Argentina como ayer en la última jugada del partido hay algo de responsabilidad de su parte. Pero antes que eso en los dos partidos tuvo intervenciones excelentes que salvaron la apertura del marcador. Todavía no le da al equipo la seguridad que necesita. Tiene todas las condiciones para ser el arquero de Chaca. Se la tiene que creer. Viene trabajando duro desde hace mucho y merece su oportunidad. Ojalá se consolide. 

Dijimos que Matías Vera fue de lo mejor del Funebrero. Por su lado el equipo de Biggeri logró las mejores acciones. Su subida fue determinante. Por ese costado se volcaba Matías Rodríguez y aparecieron situaciones de aproximación. Sustentado (como en casi todos los partidos) en Watson y Passaglia, Chaca era quien manejaba el trámite.

El empate terminó siendo justo en esa primera parte.

En la segunda ingresó Belloso por Coccimano y se estacionó por la izquierda. Es picante el hijo del “Pejerrey” pero no mostró (hasta ahora) alma de goleador. Es más para desborde y centro.

A los 25 de esta etapa ingresó el juvenil Cardozo (mostró atrevimiento y muchísimas condiciones) pero no es lateral. Cometió dos infracciones y en la última del partido el árbitro Ceballos (dudoso y polémico como en toda su carrera), inventó un foul que le dio el triunfo al local con un tiro libre al segundo palo que le pasó por arriba a Losas.

Antes que eso hay que destacar el ingreso de Víctor Figueroa, con su calidad intacta. Tuvo el gol pero hizo una de más cuando luego de ingresar al área y sacarse a un jugador de encima, tenía para rematar, intentó otra gambeta y picársela al arquero Glellel que la recibió sin complicaciones en lo alto. Mostró destellos de lo gran jugador que es. Fue expulsado Batista a los 24 del segundo tiempo y Quilmes jugó con diez hasta el final.

Chaca no tenía quien la meta, el Cervecero no quería perder. Todo era un empate. Hasta que vino ese tiro libre que desató la fiesta en el Centenario. El Funebrero está pasando por una mala racha, tiene un gran equipo y seguramente cuando se recuperen los lesionados volverá a ser protagonista sin lugar a dudas

Anoche Chaca pudo llevarse los tres puntos. Se quedó sin nada. No es para preocuparse. Hay con qué sostener la ilusión


Gustavo Szpigiel

Foto: Prensa oficial Chacarita Juniors

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