Chaca igualó en Paraná (Foto: Olé)
De la misma manera que trabajó en la pretemporada, Felipe De la Riva (que llegó muy descompuesto a esta ciudad por una intoxicación) planteó un partido con un 4-4-2 bien definido, con los sorpresivos ingresos de Morales por Zaldivia (desgarrado) pasando Espíndola a la zaga central y Bellone por Carabajal (inhabilitado por las inhibiciones que recibió Chacarita). Le cedió la iniciativa en los primeros minutos del partido a Patronato sabiendo que a los equipos de Marcelo Fuentes les cuesta ser protagonistas. Eso hizo que el partido se desarrollara en la mitad de la cancha sin situaciones de peligro para ninguno de los dos arcos. Así finalizó el primer tiempo en la calurosa y húmeda Paraná.
En el comienzo del segundo tiempo, se vio lo mejor de Chacarita, ya que tomó la iniciativa de entrada, Piris comenzó a desbordar, Bellone y Dolci (que jugaron un muy buen partido) se adelantaron 5 metros en el campo de juego y el Funebrero puso el partido cerca del área de Bertoli. Esos momentos de Chaca pudieron tener su premio en una gran jugada de Piris, enganchando de izquierda a derecha y sacando un furibundo remate que apenas rozó el arquero entrerriano, explotó en el palo y se fue por el otro sector.
A partir de esa jugada, Fuentes acomodó sus piezas y Patronato salió del asedio, Chaca se replegó y el poder de la pelota quedó en manos del local. Lo tuvo Bastianini en dos oportunidades, pero falló en la definición. Hubiese sido injusto.
El partido finalizó con un empate sin goles que sirve desde lo moral de cara al partido con River.
Chacarita mostró otra cara. Tuvo presión y actitud, pero sigue mostrando el mismo déficit que en el campeonato anterior: la poca generación de jugadas de gol.
El resultado fue justo, pero por lo hecho en los primeros 20 minutos de la segunda etapa, Chaca lo debió ganar.
Ahora se viene River, la segunda final en este semestre. Además de correr, meter y empatar a Chaca no le queda otra que ganar.
Gustavo Szpigiel
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