Fabian Oulego no era mi amigo, no era un familiar, ni tampoco alguien que frecuentaba. Incluso teníamos algunas diferencias ideológicas, tal vez menos de las que creíamos.
Pero habíamos conseguido algo que no se consigue con facilidad. Una relación de mucho respeto. Yo lo sentía asi de parte de él y a mi me pasaba lo mismo. Nos unía algo que puede atravesar cualquier grieta. Y es el amor por Chacarita. Ahí no había ningun tipo de diferencias. Los dos teníamos en claro que queríamos para el club y cual era el camino que había que tomar. Sin lugar a dudas que él tomó uno de mucho riesgo, el correrse de alguna manera del lugar de hincha solamente o de la crítica periodística para colocarse del otro lado del mostrador y tener que dar explicaciones por cosas que muchas veces ni él estaba de acuerdo de lo que sucedía en el club. Pero con códigos inalterables, las decía donde las tenía que decir, aunque eso le costara mucho…y mucho.
Era (pucha que cuesta hablar en pasado) un oyente permanente de nuestro programa de radio. A las 14 hs eran muchos los mensajes que me mandaba por privado para darme alguna información o corrigiendo algo que consideraba equivocado o incompleto, o decirme que pasaba con las inferiores.
Compartimos muchísimos viajes por todo el país y en muchos de ellos tuvimos esas charlas de confianza que uno genera yendo a ver a Chaca. Viajaba casi siempre "con su compañera de ruta", su mujer Sam.
Un día de calor insoportable llegamos a Misiones y entramos al estadio de Crucero del Norte; el estaba con Kevin, uno de sus hijos ( el otro es Leroy); entramos al ascensor que nos llevaba a los palcos de prensa y se produce un corte de luz en el estadio quedandose trabado en un entrepiso con nosotros tres y 42 grados en la oscuridad. Fueron 10 minutos eternos, una de las frases que me quedó de esa anécdota fue de él: " las cosas que uno hace por Chaca", me dijo.
Y esa frase tal vez es lo que lo llevó a elegir "hacer algo por Chaca" desde adentro.
Su objetivo tenía que ver con que el Funebrero se nutra unicamente con jugadores de inferiores, y para eso trabajaba incansablemente. Por eso eligió ser el nexo entre los juveniles y los profesionales.
Viajó a Mar Chiquita a acompañar a las divisiones juveniles este año cuando ya estaba enfermo . Le dijo a su familia " tiene que haber un dirigente junto a los chicos". Cuando regresó comenzó a desencadenarse todo el proceso que hoy culmina de la manera mas triste.
Fabian Oulego no era mi amigo, era un hincha de Chaca que si quiso hacer algo por el club. Hubo muchos que no lo entendieron, otros que se lo agradecieron. Y otros lo respetamos. Seguirá viendo a Chaca por los ojos de sus hijos, aunque el esté sentado en la tercera bandeja para ver si por fin Chaca llega a primera jugando con "los chicos del club"
Buen viaje Fabian. El dirigente, el periodista, el hincha de Chaca que a partír de hoy será uno mas de los que alientan desde el cielo. El que dijo que quería hacer algo por Chaca, y no se quedó detras del teclado. Lo hizo.
Gustavo Szpigiel
0 comentarios :